Los gobernadores “dialoguistas”, quienes acompañan la decisión del presidente Javier Milei de cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esperaban que fuera por ley y no por un DNU como decidió la Casa Rosada. Si ese era el camino, pretendían insistir con que debe haber un presupuesto para este año y negociar los temas que ya llevan tiempo reclamando como obras claves y el giro de fondos para las cajas previsionales no transferidas. Aunque también el decreto debe pasar por el Congreso y con que una cámara lo apruebe, alcanza. Los mandatarios esperan “detalles” pero sostienen que se debe cerrar la negociación.